NAISA es la sigla de la Native American and Indigenous Studies Association (Asociación de Estudios Nativo Americanos e Indígenas), la organización más representativa del mundo en el ámbito de los estudios indígenas, liderada principalmente por académicxs de Pueblos Indígenas de EE.UU., Canadá, Oceanía, Abiayala y territorio Sápmi (Europa).
El Consejo de la Asociación de Estudios Nativo Americanos e Indígenas (NAISA, por sus siglas en inglés) expresa su irrestricta solidaridad y apoyo hacia el Pueblo Mapuche, el cual ha estado expuesto a un escalamiento de violencia estatal en Chile. Estos hechos forman parte de la ola de racismo sistémico y violencia represiva que afecta a muchas comunidades y pueblos en medio de la actual crisis global. Por lo mismo,
1. Urgentemente pedimos la atención de la comunidad internacional a la situación de los nueve presos políticos Mapuche que han estado en una huelga de hambre desde el 4 de mayo en las cárceles en las ciudades de Angol y Temuco en el sur de Chile entre ellos el Machi Celestino Córdova, autoridad de salud tradicional mapuche, quien confronta su tercera huelga de hambre y se encuentra en un estado crítico de salud. Ellos se hallan en una huelga de hambre como una manera de denunciar la continuidad de la violencia estatal policial contra sus comunidades, las cuales se han levantado por la recuperación de sus tierras y la autonomía territorial. Más aún, ellos debieron tomar esta drástica acción en protesta por sus confinamientos en inseguros y malsanos recintos carcelarios chilenos, en los cuales la exposición al COVID-9 es una aguda problemática. Por lo mismo, ellos exigen tener la opción de cumplir sus respectivas “sentencias” o dictámenes de “prisión preventiva” en sus propias comunidades o territorios. Deseamos subrayar el hecho de que hoy hay alrededor de treinta presos políticos Mapuche en lo que hoy se denomina Chile, y gran parte de ellos son líderes involucrados en la lucha por la recuperación territorial y autonomía política. Interpelamos al gobierno chileno y restantes instituciones a cumplir con lo establecido por la Convención 169 de la OIT, las Normas Mandela de Naciones Unidas para el Tratamiento de Prisioneros y la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de las Naciones Unidas, para garantizar la integridad física y espiritual de los presos políticos mapuche en huelga de hambre y libertad para todos los presos políticos Mapuche en cárceles chilenas.
2. Nos unimos a las organizaciones de derechos humanos y derechos indígenas para denunciar el reciente asesinato del líder Mapuche Alejandro Alberto Treuquil Treuquil, quien, en confusas circunstancias, fue emboscado y baleado a muerte el pasado 4 junio en las cercanías de Collipulli en el sur de Chile. Además tres jóvenes miembros de su comunidad fueron heridos en este hecho criminal. Alejandro Alberto Treuquil, deja una familia de cuatro niños, era el vocero (Werken) de su comunidad y un líder en la lucha colectiva por la recuperación del territorio. De acuerdo a miembros de su comunidad, ellxs estaban sujetxs a un constante hostigamiento y vigilancia policial desde el 13 de mayo. Exigimos que su asesinato sea investigado a cabalidad, y hacemos un llamado urgente al Instituto de Derechos Humanos de Chile, al Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, a la Comisión y Corte Interamericana de Derechos Humanos a jugar un rol activo en asegurar que aquellos que resulten responsables del asesinato de Alejandro Alberto Treuquil sean encontrados y sometidos a la justicia.
3. Asimismo, expresamos nuestra solidaridad con las mujeres Mapuche provenientes de zonas rurales de la provincia de Cautín, quienes, en los meses recientes, han experimentado brutalidad policial por comerciar sus productos naturales en las calles de la ciudad de Temuco, en el sur de Chile. Tal como ha sido subrayado por el colectivo de investigación “Comunidad de Historia Mapuche”, estas mujeres encarnan una “labor ancestral” que pone a disposición frutas y verduras localmente producidas con “el sello e identidad de cada territorio,” representando una “larga tradición Mapuche” de comercio e intercambio (Trafkintun). Condenamos todos los inhumanos actos de violencia estatal y policial que ya por largo tiempo han sido perpetrados contra Mujeres mapuche en las calles de Temuco. Las autoridades chilenas deben respetar los derechos de las mujeres indígenas a practicar sus propias tradiciones y actuar en cumplimiento a sus derechos tal como se establecen en la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas.
4. Durante las últimas décadas, más de cien líderes Mapuche han sido encarcelados en Chile a causa de la aplicación de la legislación “antiterrorista” destinada a frenar las protestas Mapuche contra el extractivismo y el despojo territorial. La Corte Interamericana condenó en el año 2014 al Estado chileno debido a las irregularidades en el uso de la “ley antiterrorista” contra líderes indígenas. Pese a ello, innumerables abusos contra los derechos humanos en el territorio Mapuche han continuado, incluyendo violentos allanamientos con resultado de ancianos y niños severamente heridos, así como jóvenes asesinados por la policía militarizada. Todos los eventos anteriores y la persistente represión han impactado profundamente todas las dimensiones de la vida del Wallmapu, desde lo individual a lo colectivo: trauma individual, familiar, intergeneracional e histórico se vive por la amenaza constante a la existencia mapuche y, además, por la continua impunidad de los crímenes cometidos en contra del Pueblo Mapuche.
El Consejo de la Asociación de Estudios Nativo Americanos e Indígenas expresa su indignación ante todos los actos arriba mencionados de inhumanidad, brutalidad policial y represión contra el Pueblo Mapuche; y, unánimemente, condenamos la manipulación inmoral de la actual crisis del COVID-19 como modo de encubrimiento de estas acciones.
Urgimos al Instituto de Derechos Humanos de Chile, al Relator Especial de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas, a la Comisión y a la Corte Interamericana de Derechos Humanos a tomar los pasos necesarios para detener esta espiral de violencia estatal a la cual mujeres Mapuche, presos políticos y luchadores Mapuche se hallan expuestxs en el Chile actual.
En estos tiempos de racismo sistémico y continuidad de la desigualdad estructural, el despojo territorial y la injusticia en Isla Tortuga y Abiyala—o lo que actualmente se denomina las Américas—, el Consejo de la Asociación de Estudios Nativo Americanos e Indígenas urgentemente hace un llamado a desmantelar todas las formas de violencia colonial, racista y patriarcal que violan los más básicos derechos indígenas, y la vida misma, en tierras Mapuche.
Consejo de NAISA
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The Council of the Native American and Indigenous Studies Association (NAISA) expresses its strong solidarity and support for the Mapuche People, who have been exposed to an escalation of state violence in Chile or better said, in Wallmapu, the Mapuche territory. These events form part of the spread of systemic racism and reprehensible violence that affects many communities and peoples in the middle of the current global crisis. Therefore:
1. We urgently ask the international community for its attention on the critical situation of nine Mapuche political prisoners who have been on a liquid hunger strike since May 4 in detention centers in the cities of Angol and Temuco in southern Chile, including Machi Celestino Cordova, a traditional healer who is confronting his third hunger strike and is in a critical condition. They are on a hunger strike as a way to denounce the continual police violence against their communities, which are standing up for land recovery and territorial autonomy. They also have taken this drastic action in protest of their confinement in an unsafe and unhealthy Chilean carceral environment, where exposure to COVID-19 is a critical issue. Therefore, they demand to have the option to serve their respective “sentences” or “preventive imprisonment” in their own Mapuche communities or territories. We would like to highlight that there are about 30 Mapuche political prisoners in present-day Chile, and most of them are leaders involved in the struggle for land recovery and political autonomy. We urge the Chilean government and other institutions to comply with what has been established by the ILO’s 169 Convention, the UN Mandela Rules for the Treatment of Prisoners and the UN Declaration on the Rights of Indigenous Peoples, to guarantee the physical and spiritual integrity of the Mapuche political prisoners currently on hunger strike, and freedom to all Mapuche political prisoners in Chile.
2. We join indigenous and human rights organizations in denouncing the recent assassination of Mapuche leader Alejandro Alberto Treuquil Treuquil, who, in confusing circumstances was ambushed and shot to death on June 4 near to the town of Collipulli in southern Chile. Moreover, three young members of his community were injured in this criminal event. Alejandro Alberto Treuquil, who left behind a family with four children, was the spokesman (Werken) of his own community and a leading voice in a collective struggle for land recovery. According to community members, they have been subjected to constant state police surveillance and harassment since May 13. We demand that his assassination is fully investigated and we urge the Human Rights Institute of Chile, the United Nations Special Rapporteur on the Rights of Indigenous Peoples and the Inter-American Court of Human Rights to play an active role in ensuring that those who are responsible for Alejandro Alberto Treuquil’s murder are found and brought to justice.
3. We express our solidarity with the Mapuche women from rural areas of the Cautin Province who, in recent months, have experienced police brutality for selling their natural products on the streets of the city of Temuco, in southern Chile. As has been highlighted by the research collective Comunidad de Historia Mapuche, these women embody an “ancestral labor” a heritage that makes available home-grown vegetables and fruits with “the label and identity of each territory,” representing a “long Mapuche tradition” of trade and exchange (Trafkintu). We condemn all the inhumane acts of state police violence that have been perpetrated against Mapuche women in the streets of Temuco. Chilean authorities must respect the rights of native women to practice their own traditions and be in compliance with the rights of Indigenous women as stated in the UN Declaration on the Rights of Indigenous Peoples.
4. During the last decades, over one hundred Mapuche leaders have been imprisoned in Chile using “counter-terrorism” legislation aimed at curbing Mapuche protests against extractivism and land dispossession. The Inter-American Court in 2014 condemned the Chilean State due to irregularities in the use of “anti-terrorist law” against indigenous leaders. Uncountable human rights abuses in the Mapuche territory have continued including violent raids with elders and children severely injured as well as youth killed by militarized police. All the above events and the persistent repression have profoundly impacted all dimensions of the life of Wallmapu, from the individual to the collective: individual, family, intergenerational and historical trauma is reexperienced by the constant threat to the Mapuche existence. Furthermore, there is continued impunity for crimes committed against the Mapuche People.
The Council of the Native American and Indigenous Studies Association expresses its outrage regarding all the aforementioned acts of inhumanity, police brutality and repression against the Mapuche People and we unanimously condemn the unethical manipulation of the current COVID-19 crisis as a cover-up for these actions.
We urge the Human Rights Institute of Chile, the United Nations Special Rapporteur on the Rights of Indigenous Peoples, the Inter-American Commission of Human Rights and the Inter-American Court of Human Rights to immediately take the necessary steps to stop this spiral of state violence to which Mapuche women, Mapuche political prisoners, communities and activists are subject in today’s Chile.
In these times of systemic racism and the continuity of land dispossession, structural inequality and injustice in Turtle Island and Abiayala—or what is currently called the Americas, the Council of the Native American and Indigenous Studies Association urgently calls for dismantling all forms of patriarchal, racist and colonial violence that are violating the most basic indigenous rights, and life itself, in Mapuche lands.
NAISA Council